LEMA 2016-17

EN MÍ BRILLA UNA ESTRELLA

4/11/15

RUTA CONSERVERA. 3º y 4º EP

En la costa de la provincia de A Coruña, muy cerca del Cabo Ortegal y en la misma entrada de la sinuosa Ría de Santa Marta de Ortigueira, se localiza la pe­queña villa marinera de Cariño, en donde tiene su sede la conservera “La Pureza” que, fundada en el año 1924 por Vicente Docanto Martínez se encuentra actualmente en manos de la tercera generación, fieles descendientes de una industria artesana que ha da­do fama a este municipio gallego.
La historia de Cariño nos revela que la in­dustria conservera se remonta nada menos que a finales del siglo XVIII, con la llegada de al­gunos industriales catalanes que se dedicaban al mundo de la conserva y  decidieron asentarse en esta localidad, dando paso a una actividad que tuvo su florecimiento en los si­glos XIX y XX, hasta el punto que en la pasada década de los 60 se contabilizaban en Cariño vein­te fábricas conserveras cuando su población apenas alcanzaba los 5.000 habitantes.
Por su privilegiada si­tua­ción costera, en la confluencia entre el océano At­lántico y el mar Can­tábri­co, a Cariño llegaba en barcos la materia prima para sus factorías de óptima frescura y calidad, que expertas manos, femeninas casi siempre, convertían en exquisitas conservas y salazones. Ese espíritu artesanal es el que reivindica y pretende conservar hoy en día La Pureza.
Cuenta Ana Docanto que la forma de trabajar en la fábrica también ha cambiado; antes la conservera permanecía cerrada casi todo el invierno y cuando abría hacían largas jornadas laborales de doce horas. Hoy no se para en to­do el año y se elaboran las conservas de pesca­do casi bajo demanda. Bonitos del norte, sardinas, atu­nes, agujas, chicharros, caballas, an­choas, pulpos, bacalaos, congrios o mejillones son las principales especies marinas con las que trabaja La Pureza, aunque productos más exóticos, como el hígado de rape, es envasado y vendido en ex­clu­siva por esta conservera al mercado japonés, que paga lo que vale.

CETÁREA “A BALANDRA”

Fue construída en el año 1931 y paralizada desde la década de los 80 hasta octubre de 2014. A BALANDRA es el nombre del lugar en el que se encuentran las instalaciones, en el puerto.
Es la cetárea más grande de toda Galicia con una superficie de agua, una piscina intermareal, de 1100metros cuadrados, situada bajo una placa de hormigón y a la que se accede por unas escaleras.
La cetárea no requiere bombeo de agua, que entra y sale con la marea. Basta con “mimar” a los cruatáceos y al resto de las especies!!!
Se crían y comercializan centollos, nécoras, bogavantes, bueyes y otros mariscos.
Venden en la lonja, a restaurantes, pescaderías, a particulares… 

Agradecemos a ANA DOCANTO las explicaciones dadas y los obsequios recibidos, a BEGOÑA FRAGUELA, artífice del proyecto A BALANDRA, la paciencia y el compartir con los niños un buen rato y a ISABEL, guía que nos acompaña tantas veces en nuestras salidas culturales, sus historias, leyendas, anécdotas…que tanto ayudan a la hora de adquirir conocimientos.
MOITAS GRAZAS, MUCHAS GRACIAS, THANK YOU VERY MUCH!!!










































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